Los Estados bálticos son tres pequeños países, Estonia, Letonia y Lituania, situados al este del mar Báltico, en Europa, con magníficas costas. Destinos misteriosos, erróneamente ignorados, que ofrecen un auténtico cambio de aires. Un crucero por los países bálticos es una oportunidad ideal para descubrir extraordinarios tesoros culturales y naturales: el arte gótico de Lituania, la arquitectura medieval de Estonia y la variedad de paisajes de Letonia. Para unas vacaciones, es muy posible hacer un circuito entre estos 3 países.
Lituania
Situada en la costa oriental del mar Báltico, en el noreste de Polonia. El país es relativamente llano, con un paisaje virgen, salpicado de lagos y largas playas de arena. En cuanto a la cultura y las artes, las ciudades lituanas le sorprenderán por su diversidad arquitectónica, donde conviven monumentos góticos, barrocos y renacentistas.
Lo imprescindible
Vilna
Vilna tiene un ambiente muy cosmopolita, debido a las diferentes influencias de Europa Central y de más allá.
Curonian Spit
Las cuatro pequeñas ciudades de Juodkrante, Pervalka, Preila y Nida, a pocos kilómetros de la costa, tienen un ambiente muy especial. Una apartada franja de arena se entremezcla con pinares habitados por ciervos, alces y jabalíes.
Colline des Croix
Un bosque de miles de cruces de todo tipo cubre esta colina única.
Druskininkai
Ciudad del agua famosa por sus manantiales minerales desde el siglo XIX.
Palanga
Esta pequeña ciudad es muy tranquila en invierno, pero en verano se convierte en la principal estación balnearia del país.
Letonia
Con más de 12.000 ríos y 3.000 lagos, Letonia ofrece un sinfín de actividades: senderismo, paseos en barco, etc. Para los turistas, hay muchas pequeñas ciudades medievales, castillos, museos y parques públicos que visitar. Este pequeño país, independiente sólo desde 1991, le sorprenderá por su vivacidad, la riqueza de su pasado y su apertura tanto a Europa como a Rusia. Letonia es una encrucijada perfecta entre dos mundos, el Occidente católico y protestante y el Oriente ortodoxo.
Lo imprescindible
Riga
Una ciudad animada, como muchas grandes ciudades. Aunque arquitectónicamente sea menos interesante que sus dos vecinas, Vilnius y Tallin.
Jurmala
Para una escapada relajante y festiva, aproveche las playas, bosques, museos, galerías, restaurantes, bares y tabernas.
Sigulda
Conocido principalmente como centro de descanso, turismo y deportes de invierno. A las afueras de la ciudad se encuentra el Parque Nacional de Gauja, que se extiende 100 km a lo largo del río.
Kuldiga
La histórica ciudad de Kuldiga es uno de los lugares más pintorescos de la región de Kurzeme.
Estonia
Estonia ofrece una diversidad de paisajes y un entorno natural magníficamente conservado, que invitan a descubrir soberbios y misteriosos bosques y hermosos lagos vírgenes. La costa del país está bordeada de islas con vistas al mar Báltico. Uno de sus principales puertos es Tallin, la capital con un encanto único. El corazón del país está lleno de ríos, bosques y pequeñas ciudades de arquitectura delicada y seductora. Paseos románticos por playas de arena o por los grandes parques y reservas nacionales, ¡usted decide!
Lo imprescindible
Tallin
La ciudad se debate entre el encanto medieval del casco antiguo de Tallin y la modernidad que le ha valido el sobrenombre de «suburbios de Helsinki».
Hiiumaa
Una isla tranquila a unos 22 km del continente, con varios tramos de costa de gran belleza. Inaccesible a los visitantes bajo el régimen soviético, desde entonces ha redoblado sus esfuerzos por atraer turistas, hasta el punto de que ahora hay pegatinas verdes pegadas por toda la isla para mostrar la determinación de sus habitantes de protegerla de la sobreexplotación.
Parque Nacional de Lahemaa
Situado en el norte del país, el mayor parque nacional de Estonia es una interesante mezcla de acantilados, densos bosques, casas señoriales del siglo XVIII e innumerables lagos, ríos y cascadas.
Abruka
Esta pequeña isla tiene apenas unas decenas de habitantes. La principal atracción es el zoo, que sólo abre en verano.