Tras una noche de delirio, fiebre de 40ºC y mareos, empecé a pensar que tenía que ir al médico. Por supuesto, ese día era domingo. Tras varias horas de carretera por Arizona, por fin encontré un hospital que estaba abierto.

En cuanto llegué, rellené unos cuantos documentos de admisión en recepción y tomé asiento en la sala de espera. El médico llegó unos minutos después y me examinó en 5 minutos.
Tenía una infección. Volví a la secretaría para pagar la factura de mi breve estancia en el hospital. La secretaria me entrega una factura de 325$ (por la consulta médica) y luego una segunda factura, esta vez de 530$, por los gastos de ingreso.
El resultado de esta infección benigna:
- Factura del médico: 325
- Factura de ingreso hospitalario: 530
- Antibióticos en Walmart: 39
864 por una consulta de 15 minutos en Estados Unidos. La factura es muy elevada.
De hecho, se me atascó en la garganta. Para mis siguientes viajes, contraté un seguro de viaje para cubrir mis gastos sanitarios en el extranjero y, sobre todo, para que me los reembolsaran rápidamente.
Conclusión: si quieres viajar con tranquilidad, contrata un seguro de viaje para Estados Unidos, o te arriesgas a acabar gravemente endeudado en caso de un problema grave de salud.