Seguro de viaje Tailandia

1. El templo del Buda de Esmeralda, Wat Phra Kaeo, en Bangkok.

Bienvenido a Bangkok, capital del Reino de Siam. Es difícil saber por dónde empezar, ya que hay tantas cosas que ver y hacer por todas partes. Bangkok es una ciudad muy grande, con una superficie de 1.500 km2 (si tenemos en cuenta que París tiene 105 km2…) y casi 10 millones de habitantes. Aquí encontrará de todo: rascacielos, jardines, bulliciosos mercados… y, por supuesto, ¡majestuosos templos!
No querrá perderse Wat Phra Kaeo. También conocido como el «Templo del Buda de Esmeralda», no podrá permanecer indiferente ante este lugar ultrasagrado de Tailandia. Oculta en este templo dorado hay una pequeña estatua de Buda, hecha de jadeíta verde oscuro y adornada con oro. Tiene una historia accidentada: conservada originalmente en Chiang Rai, fue descubierta en 1434 después de que un rayo cayera sobre el tejado que la protegía. Luego viajó de un país a otro, siguiendo el curso de la historia, hasta que finalmente acabó en Wat Phra Kaeo en el siglo XVIII.
Dependiendo de la estación del año en que se visite, la estatua estará vestida de forma diferente. ¡Una buena razón para volver!

2. Parque Histórico de Sukhothai

El Parque Histórico de Sukhothai, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue la primera capital de Tailandia. Si es aficionado a la historia y le interesa la cultura tailandesa, este sitio es imprescindible.
Dividido en 3 zonas separadas, se pueden contemplar los templos de piedra más bellos y sus budas. También se puede ver la estatua del rey Ram Khamhaeng, inventor de la escritura tailandesa. La parte central, que es la más turística y la más interesante, suele visitarse con prisas, en detrimento de las otras dos. No se pierda Wat Si Chum, por ejemplo, con su enorme Buda Sentado de piedra. Se dice que es el Buda de piedra más grande del país, ¡y merece la pena divertirse!
En la entrada se pueden alquilar bicicletas, así que podrá visitar las tres zonas sin caminar demasiado.

3. Sitio histórico de Ayutthaya

Situada a 75 km de Bangkok, Ayutthaya también figura en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y, en efecto, este lugar está cargado de historia y sirve también de hito cultural, ya que es también la antigua capital de Tailandia. No fue hasta 1767, cuando fue destruida por el ejército birmano, que perdió su estatus en favor de la actual capital, Bangkok. Alberga varios templos majestuosos a la altura de Sukhothai.
Si va a visitarnos en diciembre, debe saber que todos los años se celebra aquí un festival en homenaje a su pasado histórico. El programa incluye procesiones, bailes tradicionales y espectáculos de luz y sonido.

4. Chiang Mai y sus paisajes

Situada en el montañoso norte de Tailandia, Chiang Mai es la segunda ciudad más grande después de Bangkok. Tiene un ambiente ecléctico y estudiantil en el que nunca hay un momento aburrido y hay algo para todo el mundo.
Los más interesados en los templos y su prestigio pueden detenerse en Wat Phra Singh (el templo del Buda León), Wat Ketkaram (situado a orillas del Mae Ping, este templo alberga un museo lleno de tesoros) o Wat Sisuphan (que conserva pocos de sus elementos originales, pero sigue siendo un templo excepcional donde se puede contemplar el Poy Lang, la entronización de los jóvenes).
Los amantes de la naturaleza no deben perderse el Parque Nacional de Doi Suthep, donde lo sagrado y lo natural son una misma cosa.
Para cambiar totalmente de aires, también puede hacer una excursión a los pueblos hmong desde la cima de Doi Pui, donde descubrirá pequeños mercados y cafés artesanales regentados por los lugareños.

5. Breve excursión al lago Chiew Larn, en el parque de Khao Sok.

Enclavado en las montañas, en el corazón del Parque Natural de Khao Sok, este lago tiene algo de encantador. Diríjase al sur de Tailandia, entre Phuket y Surat Thani, y descubrirá que éste es el destino elegido por quienes desean alejarse del ruido de la ciudad.
Aunque encantador, este lago no tiene nada de natural. ¡Paradójico! Se formó cuando se construyó la presa de Rachabrapha. El resultado es un paisaje asombroso donde los picos rocosos emergen del agua, en medio de una extensión de casi 170 km2. Empresas especializadas en ecoturismo se han instalado en los alrededores, tan ricos, diversos y vírgenes son la flora y la fauna de Khao Sok. Imprescindible.

6. Kanchanaburi y Parque Nacional de Erawan

La ciudad de Kanchanaburi está a unos 130 km al oeste de Bangkok, en la frontera con Myanmar. Los cinéfilos recordarán la memorable El puente sobre el río Kwai: se rodó allí, en referencia a este mismo lugar. En la época de la Segunda Guerra Mundial, los japoneses construyeron un ferrocarril entre Birmania y el Reino de Siam (también conocido como el «Ferrocarril de la Muerte» por las numerosas víctimas que causó la construcción de la ruta), incluido el famoso puente para cruzar el río. La línea aún funciona, y puede tomarla para admirar el fotogénico paisaje. El tren se detiene a 150 km de la frontera birmana.
Kanchanburi está enclavado en el corazón de un fértil valle, hogar de numerosas cuevas prehistóricas y de las famosas cataratas de Erawan. Se pueden organizar excursiones para explorar la selva circundante y observar la fauna.

7. Excursión en kayak a Phang Nga, Phuket

Un poco turístico, es cierto, pero merece la pena. De hecho, es la bahía más fotografiada y conocida, gracias a sus increíbles picos rocosos que se elevan decenas de metros sobre las aguas turquesas.
El mar ha excavado aquí numerosas cuevas de piedra caliza, ¡y sería una pena no visitarlas! El mismísimo James Bond hizo un viaje hasta allí… Se organizan varias excursiones en kayak y, aunque no estará ni mucho menos solo, tendrá mucho que ver.
Si no le gustan las multitudes, haga una excursión al manglar de Phang Nga, un poco menos conocido pero igual de agradable para recorrer en kayak.

8. Amigos de los elefantes asiáticos

Es bien sabido que algunos países, como Tailandia, utilizan elefantes para entretener a los turistas. Muchos de estos paquidermos sufren esta explotación y aún hoy siguen encadenados. Afortunadamente, existen refugios como éste, donde se cuida y protege a los animales.
Si le interesa la protección de los animales, merece la pena visitar este lugar, sobre todo porque no es muy turístico.

9. Wat Rong Khun, Chiang Rai

¿Cree que ya ha visto todos los templos de Tailandia? Es un error. Este templo lo tiene todo para sorprenderle: desde la riqueza decorativa hasta la expresividad de sus figuras, Wat Rong Khun tiene algo extraordinario. Algunos lo consideran el templo budista más bello de toda Asia.
El artista que lo creó lo ha convertido en una obra maestra de la modernidad, que se aleja de la arquitectura aplicada hasta ahora a los templos budistas.
Para colmo, el templo está bañado por un magnífico lago poblado por peces y figuras infernales de todo tipo. Cada detalle de este templo cuenta, invitando a los visitantes a reflexionar sobre las enseñanzas de la religión budista.
Este templo, dañado por un terremoto en 2014, está siendo renovado en la actualidad, pero aún puede visitarse.

10. Tomar el sol en Koh-Lanta

Las islas de Tailandia son objeto de fascinación para turistas de todo el mundo: playas de arena fina, aguas turquesas y transparentes, arrecifes de coral ideales para aprender a bucear… ¡No es de extrañar que sean un hervidero de turistas!
Es difícil encontrar lugares tranquilos. La isla de Koh-Lanta es un lugar estupendo para vivir cerca del agua, ¡y se mantiene algo al margen del turismo de masas! Situada al sur de Tailandia, frente a la costa de Andamán, está formada por dos pequeñas islas. Es un lugar ideal para disfrutar del sol, el mar, la cocina tailandesa y la naturaleza.
Hay 9 playas de arena blanca, y aunque muchos bungalows y hoteles se han instalado aquí, ¡siempre encontrará un lugar tranquilo donde relajarse!