Una breve presentación tuya
Nací en Alsacia, donde viví la mayor parte de mi vida, antes de trasladarme a Franco Condado hace 5 años para vivir con mi novio. En 2013, viajamos juntos durante 8 meses por Asia y Oceanía. Luego, en 2014, a nuestro regreso, decidimos instalarnos en Nueva Caledonia. Llevamos allí desde enero de 2015 y desde junio somos los felices padres de un pequeño trotamundos. Desde el inicio de mis aventuras y viajes, mantengo un blog, que me permite compartir mis descubrimientos, mantener un vínculo precioso con mi familia y, sobre todo, ¡conocer a gente maravillosa!

¿Por qué decidiste convertirte en trotamundos? ¿Desde cuándo eres trotamundos?
Viajar es algo familiar, desde que tengo uso de razón hemos ido de vacaciones todos los años con mis padres, quizá dos veces al año. También me desplazaba mucho con mis abuelos, eran miembros de la Federación Francesa de Deportes Populares, que incluye el senderismo. Así que viajaban mucho para hacer senderismo y yo les seguía.
¡Viajar debe de ser algo que llevo en los genes! ah ah Hablando más en serio, hasta 2013, solía irme mucho de vacaciones, por periodos cortos, pero tras algunos reveses profesionales, ¡mi novio y yo decidimos dejarlo todo para viajar por el mundo! ¡Qué idea tan maravillosa! Desde entonces vivimos en perfecta armonía con nuestros deseos.
¿Qué países has visitado?
Desde 2013, he tenido la suerte de pasar tiempo en India, Nepal, Tailandia, Camboya, Laos, Australia, Turquía, Nueva Caledonia, Vanuatu y Canadá. Antes de eso, ya había viajado a Marruecos, Kenia, Estados Unidos y Túnez, por nombrar sólo algunos países, y a gran parte de Europa, ¡donde es tan fácil desplazarse! Pronto saldré a descubrir Japón, un país donde la modernidad se une a la tradición, ¡y estoy impaciente!
¿Cuál es la preparación típica antes de cada salida?
Prepararse ya forma parte del viaje, ¡y es una parte tan emocionante! Saber que te vas, hacer la bolsa o la maleta, investigar un poco sobre el destino, pero no demasiado para dejar espacio al azar y a la sorpresa, y contar los días que faltan para partir. Me aseguro de ir bien equipado, sobre todo si voy a hacer senderismo o a caminar mucho, y trato de encontrar buenas direcciones y actividades responsables. Presto especial atención al ecoturismo y a los viajes responsables, así que antes de cada partida me preparo lo mejor que puedo para no dejar un gran impacto tras de mí.
Si tuvieras que instalarte en un país, ¿cuál sería?
¡Sueño con vivir en la India! Me enamoré de este país, donde pasé casi 3 meses entre 2013 y 2014. Nunca pensé que me sentiría tan a gusto en un país tan complejo e inquietante. Pero ¡qué revelación! La gente, por compleja que sea, es auténtica y muy interesante. No sé si podría soportar vivir allí a tiempo completo o incluso trabajar allí, pero me encantaría intentarlo. Sobre todo con nuestra hija, para ofrecerle una aventura maravillosa e inculcarle el sentido de la tolerancia, la curiosidad y el asombro.
¿Cuáles son las mayores dificultades que has encontrado?
Pensé mucho en ello, ¡pero no se me ocurrió nada! Me encontré con los mismos escollos que todo el mundo, trenes perdidos, malos encuentros, una tarjeta bancaria tragada y sin más dinero, hoteles cutres y excesivamente caros… ¡pero nada demasiado malo! Nada insuperable ni que me dejara una impresión duradera, ¡excepto quizás las habitaciones para mear! Sí, ¡como chica es un verdadero fastidio! Para remediarlo, me voy de viaje con un pequeño accesorio que me permite hacer pis de pie… suena raro, ¡pero qué comodidad! Desde luego, hemos tenido mucha suerte.
Hace poco has sido madre. ¿Cómo te organizaste para afrontar la llegada de tu hijo?
Al convertirme en madre lejos de mi familia, a 17.000 km de la Francia continental, tuvimos que gestionar la llegada de nuestra hija por nuestra cuenta. Fue una gran aventura de la que no me arrepiento en absoluto; nos acercó mucho más a papá y también a nuestros seres queridos, porque incluso lejos estaban allí. También intentamos limitar nuestro impacto ecológico, no se trata sólo de viajar, sino también de la vida cotidiana, así que optamos por pañales lavables, toallitas caseras, juguetes de madera…
¿Te las arreglas para tomarte tiempo para ti?
La pregunta asesina! lol El tiempo es tan valioso, y te das cuenta de ello cuando llega tu hijo. Me debato entre querer pasar todo el tiempo con él y necesitar un poco de libertad para mí y mi pareja. También elegí la lactancia materna, así que al principio no tenía nada de tiempo para mí, pero ahora que mi hija tiene algo más de dos meses y la lactancia va bien, ¡me estoy tomando algo de tiempo! También nos tomamos tiempo para salir en familia y pronto nos iremos de fin de semana.
¿Qué consejo darías a otros trotamundos?
¡Que no se olviden de disfrutar, no sólo de colgar fotos en las redes sociales, de respetar su entorno, tanto natural como cultural, de seguir viajando, de disfrutar de las vistas, de ver los países con el asombro de los niños, de conocer a los lugareños, de ser respetuosos y de hablar de sus viajes para inspirar a todos a salir al encuentro de los demás! También les aconsejaría que estuvieran siempre alerta, que siguieran su intuición y que prepararan bien su viaje de antemano (financieramente, seguros…).
La última palabra…
Dos citas que me encantan:
«¡Toda aventura comienza con la palabra sí!
«¡Cuando nada está planeado, todo es posible!
Puedes seguir sus aventuras en su blog: http://www.schuldisworld.com/