Mucha gente prefiere marcharse en septiembre, así que aquí tiene algunas buenas razones para posponer su partida. Siempre que, por supuesto, no esté ligado a las vacaciones escolares.
Precios más asequibles
No es ninguna novedad que los alquileres son más baratos fuera de temporada, y los precios pueden llegar a ser la mitad que en agosto. Esto va de la mano con el precio de los billetes de tren o avión.
Verano indio
El calor es más soportable, se puede salir más fácilmente entre las 12 y las 16 horas, y puedes tumbarte en tu toalla sin demasiado miedo a quemarte mientras perfeccionas tu bronceado.
Evite las multitudes
Ahora que la temporada alta ha terminado, es el momento de disfrutar de un poco de paz y tranquilidad: lugares turísticos menos masificados, playas menos concurridas, carreteras más despejadas… En definitiva, unas vacaciones aún más relajantes sin todos los inconvenientes del verano alto.
Disfrute del auténtico encanto de su destino
En agosto o julio, es difícil imaginar los lugares que se visitan sin tantos turistas. Lo mejor de irse en septiembre es que se vive el verdadero ambiente de la ciudad, sin todos los turistas pero con los lugareños.
Los lugareños son más amables
Los temporeros, comerciantes y residentes locales están más relajados tras dos meses de ajetreo. Sin duda será mejor recibido que en pleno verano.
Así que reserve ya.
Dependiendo de su destino, no olvide pensar en su seguro de viaje. Si tiene previsto viajar lejos, piense también en un seguro médico y de repatriación internacional.