Estás al otro lado del mundo, o pensando seriamente en ello. Estás pensando en todas las experiencias vitales que te esperan, pero no debes olvidar los impuestos y aranceles extranjeros a los que podrías estar sujeto…
He aquí una breve guía para ayudarte a sortear los quebraderos de cabeza fiscales de los expatriados.
Eres residente fiscal en Francia
Para ser residente fiscal francés, tienes que cumplir los siguientes requisitos:
- Tu residencia principal está en Francia y tu cónyuge e hijos viven en Francia.
- Trabajas por cuenta ajena o por cuenta propia en Francia.
Si entras en esta categoría, tendrás que declarar todos tus ingresos en Francia.
No eres residente fiscal francés
Para ser no residente fiscal francés, debes dejar de cumplir los criterios anteriores. Esto significa que todos los no residentes fiscales franceses están exentos de pagar impuestos en Francia, y los pagan en el país de acogida. Pero ¡cuidado! Sigues estando parcialmente sujeto a impuestos en Francia si :
- Eres propietario de una o varias viviendas en Francia (que, por tanto, son secundarias).
- Sigues percibiendo ingresos de Francia.
También tendrás que comprobar los acuerdos firmados entre Francia y tu país de acogida, que podrían permitirte optimizar tu fiscalidad en el extranjero.
Pero vayas donde vayas, seas o no residente fiscal francés, ¡no olvides tu seguro de expatriado!
