Históricamente rica y políticamente controvertida, Rusia es un destino sorprendente que nunca deja indiferente. Le conquistarán su simpatía y la famosa alma rusa, cargada de extrema alegría y tenaz melancolía. Rusia, el país más grande del mundo, es tierra de aventuras a los pies de Europa. Además, poca gente habla inglés, lo que supone un completo cambio de aires.
¿Dónde se puede visitar?
Las dos ciudades de visita obligada son Moscú y San Petersburgo.
Moscú es una capital cultural, con sus raíces medievales y lugares legendarios como la Plaza Roja y el Kremlin, así como el Museo Mayakovsky y el Parque Zoológico. También encontrará enormes avenidas con edificios estalinistas y escritores y artistas cuyas casas podrá visitar. Hoy en día, los hoteles de lujo surgen a una velocidad de vértigo, los restaurantes de todos los orígenes compiten en originalidad y cursilería, y los bares y clubes son auténticos desfiles de moda donde las jóvenes rusas hacen alarde de su glamour. Pero tenga cuidado con su presupuesto a la hora de salir, ya que también es una de las ciudades más caras del mundo.
San Petersburgo es la otra ciudad que no querrá perderse. Sus canales y palacios, como en la época de los zares, así como lugares legendarios como la Fortaleza de Pedro y Pablo y la Nevsky Prospect le encantarán.
San Petersburgo fue creada por Pedro el Grande, que quería alejarse del alma y las costumbres rusas para abrir una ventana a Europa. Su fobia a Moscú y a la rusticidad de Rusia se tradujo en un frenético deseo de acercarse a la cultura occidental. El choque con Moscú está garantizado.
Si quiere descubrir un mundo diferente, le recomendamos Vladivostok, en el extremo oriental, que se ha convertido recientemente en una ciudad abierta a los extranjeros y es el centro de una reserva natural que alberga tigres, osos y leopardos.
Al sur, Sochi es una estación balnearia a orillas del Mar Negro. Los turistas rusos y extranjeros se sienten atraídos por su clima subtropical y sus cálidas aguas, así como por las cercanas ciudades balneario.
No muy lejos de Moscú, Nóvgorod ha conservado algunas de sus maravillas a pesar del saqueo nazi, como los iconos del Palacio Facetado, el museo histórico y numerosas iglesias.
Y por último, pero no por ello menos importante, el ferrocarril transiberiano es algo más que un medio de transporte: durante 6 días, a lo largo de casi mil kilómetros, atraviesa bosques gigantescos, bordea el lago Baikal, …. Paisajes fabulosos.
Viajar a Rusia no es algo que se pueda improvisar.
País bastante cerrado y estricto, como sabe, las aduanas no se andan con chiquitas con la llegada de extranjeros, aunque sólo sean turistas. Los visados son obligatorios, incluso para los ciudadanos de la UE. Y las condiciones para obtener este visado no son las más fáciles. Debe solicitarse a la Embajada de Rusia en París o a los consulados rusos (en Estrasburgo o Marsella). Debe reservar su alojamiento antes de llegar para recibir una invitación oficial. También debe contratar un seguro de viaje y enfermedad con cobertura de repatriación y cobertura superior a 30.000 euros. Además, este seguro debe estar reconocido por las autoridades rusas, como los que ofrece Mondassur 😉
