Hay lugares en esta tierra que siguen siendo inaccesibles para los turistas de todo el mundo. Aquí echamos un vistazo a algunas de las islas prohibidas.
La isla de Poveglia
Esta isla cercana a Venecia está prohibida a los visitantes y vigilada por el gobierno italiano. Es tristemente célebre por haberse convertido en el siglo XVI en un centro de descontaminación de la peste, donde se cree que murieron más de 160.000 personas.
En el siglo XIX se destinó a centro de cuarentena hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando acogió a los soldados caídos en los campos de batalla. Más tarde se convirtió en una residencia de ancianos.
Según la leyenda, los ancianos eran víctimas de apariciones de víctimas de la peste. El médico responsable del centro decidió entonces realizar operaciones de lobotomía, él a su vez enloqueció y se defendió.
La isla de Ramree
Situada en Birmania, la isla de Ramree es accesible a cualquiera que desee visitarla, pero no la recomendamos. Esta isla y sus cocodrilos figuran en el Libro Guinness con el récord del «mayor número de hombres muertos por animales».
Durante la Segunda Guerra Mundial, el 19 de febrero de 1945, los británicos y su comandante Andrew Wyert decidieron llevar a cabo una maniobra estratégica. Hicieron retroceder al mejor regimiento de comandos japonés a los pantanos de la isla.
Pensando que obtendrían una ventaja estratégica, los japoneses se lanzaron a la trampa mientras los británicos observaban el avance de las tropas enemigas con prismáticos. De repente, se enfrentaron a un espectáculo abominable, mientras caía un soldado tras otro.
De los 1.215 soldados de élite del ejército japonés, sólo una veintena salieron con vida y fueron hechos prisioneros.
La isla de Queimada Grande
También conocida como la Isla de las Serpientes, esta isla de la costa brasileña alberga entre 3.000 y 5.000 Jararaca-ilhoa. Esta especie de serpiente poseeuno de los venenos más violentos del mundo, capaz de matar a un ser humano en menos de una hora. Por ello, el gobierno brasileño ha declarado la isla zona prohibida a los turistas y accesible sólo a los investigadores en herpetología.
Si decide lanzarse a la aventura, no olvide contratar un seguro de viaje que cubra la hospitalización y la repatriación.
