La internacionalización es un verdadero reto y, contrariamente a la creencia popular, no siempre se traduce en éxito. Una estrategia de internacionalización es un proceso largo y complejo que moviliza los distintos recursos de una empresa. Para garantizar su éxito, es esencial saber cómo prepararla adecuadamente. Para ello, hay que considerar la forma que debe adoptar. La empresa puede elegir entre varias opciones , como establecer una sucursal, una oficina de enlace o simplemente decidir crear una filial.
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¿Qué formas debes elegir para tu diseño?
La elección del emplazamiento depende de varios factores, como los objetivos fijados por la empresa, sus recursos humanos y financieros y su voluntad de internacionalizarse.
La creación de una oficina de enlace
Este tipo de montaje sirve para recabar información, ya que permite a una empresa establecer contactos sobre el terreno y recabar toda la información necesaria para una futura colaboración. Sin embargo, este estatus está limitado en el sentido de que la empresa no puede vender sus productos o servicios. Por tanto, este tipo de establecimiento no está destinado a fines comerciales. La ventaja de una oficina de enlace es que no existe por derecho propio, lo que significa que sus costes son deducibles de los beneficios de la empresa matriz.
¿Cómo se crea? Para crear una oficina de enlace, basta con una declaración de existencia ante la Cámara de Comercio e Industria.
Crear una sucursal
Una sucursal es una extensión geográfica de la empresa matriz. En este sentido, este tipo de establecimiento permite comercializar los productos de la empresa matriz en el país donde está ubicada. A diferencia de una oficina de enlace, una sucursal se considera, a efectos fiscales, un establecimiento permanente sin autonomía jurídica ni patrimonio. Si el país de la empresa matriz no ha firmado un tratado internacional, la sucursal puede estar sujeta al principio de doble imposición entre países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
¿Cómo se crea? Los trámites no son onerosos, y varían de un país a otro. La sucursal debe inscribirse en el registro mercantil y de sociedades del lugar donde se establezca. La empresa matriz debe nombrar a un director para la sucursal, que debe ser titular de un permiso de residencia que acredite que ejerce esta actividad, salvo que sea miembro del Espacio Económico Europeo.
La filial
Se trata de un tipo de montaje que permite a una empresa matriz comercializar sus productos de forma independiente y como entidad jurídica, es decir, con personalidad jurídica. A diferencia de una sucursal, una filial actúa en nombre propio, es fiscalmente autónoma y tiene patrimonio propio. Se grava de acuerdo con la legislación fiscal vigente en el país en el que está establecida. La creación de una filial permite al empresario aislar sus actividades para asumir el menor número posible de riesgos en términos de pérdidas. Una de las principales ventajas de una filial es que protege a la empresa matriz en caso de impago.
¿Cómo se crea? Hay dos soluciones posibles:
- 1/ O bien crear una nueva empresa en el país donde tiene su sede. Se trata de un proceso largo y costoso, pero permite a la empresa adoptar el mejor estatuto jurídico para su actividad.
- 2/ O absorber una empresa extranjera. La empresa puede participar en la absorción de una empresa local comprando acciones o suscribiendo una ampliación de capital.